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Paso 1: Analizamos

Cuando tenemos un proyecto que nos apasiona, las ganas de ponerlo en marcha pueden nublar todo lo demás y nos pueden hacer pensar que nuestro producto o servicio es perfecto. Sin embargo, antes de lanzarse en su creación es imprescindible hacer un estudio de mercado que nos diga si realmente existe gente interesada en lo que ofrecemos. No hacerlo en la mayoría de casos supone firmar la sentencia de muerte de ese producto o servicio y de nuestro negocio con él.

Un análisis de mercado nos informa de tres aspectos fundamentales a la hora de lanzar un producto o servicio: el mercado al que nos enfrentamos, el público al que queremos llegar y nuestra competencia.

Sabiendo esto, creamos un plan de acción por el cual:

  1. Estudiar el mercado según su naturaleza, alcance y tamaño: se trata de un primer contacto con el mercado, es paso más general que luego desarrollaremos. Identificamos por primera vez qué clientes pueden ser los interesados según los productos que ofreces y vemos cómo es la competencia que podrías tener. De esta manera, compararemos datos para tener una idea aproximada del crecimiento del mercado y de qué áreas son las que mejorarán la venta de tus productos y cuáles es mejor dejar de lado. La meta es estar en un mercado estable: no tendría sentido lanzar tu empresa a uno en crisis.
  2. ¿Cuál es tu público objetivo?: para responder a esta pregunta utilizamos la segmentación de mercado que nos indicará las características del público al que pueden interesarle lo que ofreces y el volumen de ventas que podemos esperar de ese público.
  3. Análisis de la competencia: ya con la primera visión general del mercado podemos hacernos una idea del tipo de empresa con la que competirás, pero ahora, además, anotaremos en qué aciertan y en qué fallan, es decir, sus fortalezas y sus debilidades, para poder imitar lo bueno y evitar a toda costa lo malo.
  4. ¿Qué tendencias marcan el mercado?: las modas es algo que afecta a prácticamente todo tipo de negocio y no solo eso, sino también las mejoras tanto en productos como en servicios. Para mantenerte entre los mejores, buscaremos qué oportunidades y ventajas le vendrán bien a tu negocio.

Paso 2: Planificamos

Un proyecto que no se planifica es un proyecto condenado a desarrollarse de forma desordenada y, seguramente, con fallos. Para evitar eso seguiremos una serie de pasos:

  1. Teniendo en mente los resultados del análisis del mercado, debemos plantear las metas que se quieren alcanzar, el público objetivo al que se dirige la empresa y qué mensaje queremos transmitir.
  2. Proyectar cómo va a ser la web, es decir, cómo debe funcionar, en qué tipos de dispositivos queremos que funcione y el contenido que tendrá en función de lo que queremos vender y al público al que se lo ofrecemos.
  3. Luego viene la parte creativa y visual: decidir cómo será el diseño web de tu página. Dónde va a ir cada uno de los elementos, qué condiciones técnicas serán necesarias (por ejemplo, qué servidor usaremos) y un boceto de los contenidos propiamente dichos.
  4. Una vez organizado todo lo anterior, podremos hacernos una idea más clara de los plazos que necesitaremos para hacer realidad tu proyecto de forma que sepas cuánto tendrás que esperar para ver el resultado final.

Paso 3: Arquitectura de contenido

La arquitectura del contenido no es otra cosa más que la manera de estructurar y ordenar todo lo que aparece en tu página web. Una buena arquitectura tiene muchas ventajas entre las que encontramos una mejor usabilidad, es decir, que los usuarios puedan navegar fácilmente por la página y con ello consigamos que se queden más tiempo en ella aumentando así las probabilidades de compra de tus productos o servicios. Otra ventaja es que mejora el rastreo de Google, también llamado crawling, que significa que el navegador tiene más en cuenta tu página lo que implica un mejor posicionamiento y, a su vez, un mayor número de visitas.

Existen tres tipos de arquitectura de páginas web: plana, vertical y SILO, aunque nosotros recomendamos la SILO. La plana es aquella desde cuya página de inicio se enlazan todas las categorías y de ahí, las subcategorías; razón por la cual no es recomendable esta arquitectura: el usuario puede perderse entre tanta información y, además, a Google le cuesta más rastrear la página. La vertical suele usarse más para páginas web muy especializadas en ciertas temáticas pues implica mayores niveles de clic. Finalmente la SILO es la más recomendable a nivel de posicionamiento SEO: esta arquitectura es la que mayor importancia le da a las palabras clave o keywords y las organiza por silos (agrupaciones), es decir, las agrupa semánticamente para así organizar mejor los contenidos. La arquitectura SILO crea una estructura jerárquica siguiendo la categorización de las keywords. Su página de inicio es la principal y se encuentra en el primer nivel donde estarán ubicadas las palabras clave más relevantes y desde ella se irán enlazando las páginas de segundo nivel o páginas pilar del SILO.

Paso 4: Desarrollar

La arquitectura del contenido no es otra cosa más que la manera de estructurar y ordenar todo lo que aparece en tu página web. Una buena arquitectura tiene muchas ventajas entre las que encontramos una mejor usabilidad, es decir, que los usuarios puedan navegar fácilmente por la página y con ello consigamos que se queden más tiempo en ella aumentando así las probabilidades de compra de tus productos o servicios. Otra ventaja es que mejora el rastreo de Google, también llamado crawling, que significa que el navegador tiene más en cuenta tu página lo que implica un mejor posicionamiento y, a su vez, un mayor número de visitas.

Existen tres tipos de arquitectura de páginas web: plana, vertical y SILO, aunque nosotros recomendamos la SILO. La plana es aquella desde cuya página de inicio se enlazan todas las categorías y de ahí, las subcategorías; razón por la cual no es recomendable esta arquitectura: el usuario puede perderse entre tanta información y, además, a Google le cuesta más rastrear la página. La vertical suele usarse más para páginas web muy especializadas en ciertas temáticas pues implica mayores niveles de clic. Finalmente la SILO es la más recomendable a nivel de posicionamiento SEO: esta arquitectura es la que mayor importancia le da a las palabras clave o keywords y las organiza por silos (agrupaciones), es decir, las agrupa semánticamente para así organizar mejor los contenidos. La arquitectura SILO crea una estructura jerárquica siguiendo la categorización de las keywords. Su página de inicio es la principal y se encuentra en el primer nivel donde estarán ubicadas las palabras clave más relevantes y desde ella se irán enlazando las páginas de segundo nivel o páginas pilar del SILO.

Paso 5: Fase de testeo

La arquitectura del contenido no es otra cosa más que la manera de estructurar y ordenar todo lo que aparece en tu página web. Una buena arquitectura tiene muchas ventajas entre las que encontramos una mejor usabilidad, es decir, que los usuarios puedan navegar fácilmente por la página y con ello consigamos que se queden más tiempo en ella aumentando así las probabilidades de compra de tus productos o servicios. Otra ventaja es que mejora el rastreo de Google, también llamado crawling, que significa que el navegador tiene más en cuenta tu página lo que implica un mejor posicionamiento y, a su vez, un mayor número de visitas.

Existen tres tipos de arquitectura de páginas web: plana, vertical y SILO, aunque nosotros recomendamos la SILO. La plana es aquella desde cuya página de inicio se enlazan todas las categorías y de ahí, las subcategorías; razón por la cual no es recomendable esta arquitectura: el usuario puede perderse entre tanta información y, además, a Google le cuesta más rastrear la página. La vertical suele usarse más para páginas web muy especializadas en ciertas temáticas pues implica mayores niveles de clic. Finalmente la SILO es la más recomendable a nivel de posicionamiento SEO: esta arquitectura es la que mayor importancia le da a las palabras clave o keywords y las organiza por silos (agrupaciones), es decir, las agrupa semánticamente para así organizar mejor los contenidos. La arquitectura SILO crea una estructura jerárquica siguiendo la categorización de las keywords. Su página de inicio es la principal y se encuentra en el primer nivel donde estarán ubicadas las palabras clave más relevantes y desde ella se irán enlazando las páginas de segundo nivel o páginas pilar del SILO.